Una noche, un hombre que regresaba a su casa encontró a un vecino debajo de una farola buscando algo afanosamente.
-¿Qué te ocurre?-preguntó el recién llegado.
-He perdido mi llave y no puedo entrar en casa-contestó éste.
-Yo te ayudaré a buscarla.
Al cabo de un rato de buscar ambos concienzudamente por los alrededores de la farola, el buen vecino preguntó:
-¿Estás seguro de haber perdido la llave aquí?.
-No, perdí la llave allí-contestó el aludido, señalando hacia un oscuro rincón de la calle.
-Entonces, ¿qué haces buscándola debajo de esta farola?.
-Es que aquí hay más luz.
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