Ahora mi amor, ven a ver a la dulce noche caer sobre una cama que se hará nuestro nido de amor. Aquí juntaremos sueños de todos los lugares con calor mientras mi boca a tu pecho llena de mi querer.
Otros sueños obtendremos mientras los ruiseñores cantan una canción compuesta únicamente para nuestros oídos. Luego habrá alrededor de nuestras cabezas angelicales anillos nacidos de la luna y de nuestros corazones que aman.
Así mi amor, ambos dormiremos un cálido sueño hasta que las palomas matinales llamen al alba y la salida del sol nos servirá al dormir de alarma.
Y despertaremos fuertemente para entregarnos al ensueño y al unirnos se juntarán nuevamente nuestras almas. Ven a respirar la rosa del amor que tan dulcemente calma.
(Juan Antonio Rodriguez, hijo)
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