Cuando miro extasiado el infinito (ese espacio divino inmesurable) percibo que me llega un inaudito mensaje celestial intransmutable.
Quizá los astros son del Universo unos cósmicos ojos que nos miran, y con efluvios mágicos inspirar excelso cuadro y sublimado verso.
El arte del pintor y del poeta asociados están en tu paleta. Más, tu dulce mirada sin querellas,
cautiva con misterios siderales y al fulgor de tus ojos celicales creo verlo en la luz de las estrellas.
(Manuel Díaz Ibáñez)
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