Mientras siento cómo huyes de mis brazos un manto de soledad y miedo cubre el frío que me causa el saber que ya no me amas. He perdido la batalla… Si no bastaron mis ruegos y palabras ¿ qué sentido tiene ahora derramar más lágrimas? Si tu destino es irte mi corazón no será la puerta que te impida proseguir la marcha. Adelante. Eres libre. Sé bien que si hoy partes a buscar motivos nuevos a tu alma tal vez mañana regreses y los descubras en el amor que yo te daba.
(Marisol Moroyoqui)
|