No te salves, perdámonos juntos en este sueño hasta que la realidad nos despierte.
No te salves, deja que tus cadenas sean rotas por mí y tus límites desaparezcan.
No te salves, camina conmigo a conocer el paraíso de los juegos prohibidos; vivamos allí condenados al destierro.
No te salves, no importa que no me pertenezcas, se libre y vuela por el mundo, que aun en el vacío y en la propia inexistencia compartimos la unión que yo fabrico.
Pero todo es ilusión, sólo castillos a punto de caer. Con amargura presiento que muy probablemente tu te salvarás.
(Andrea)
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