El joven discípulo de un sabio llega
a casa y le dice: Maestro, un amigo estuvo
hablando de ti con malevolencia...
Espera, lo interrumpe el filósofo,
Hiciste pasar por las tres rejas lo vas
a contarme?
Las tres rejas?, preguntó el discípulo.
Si, la primera es la verdad.
Estás seguro que lo que quieres decirme
es absolutamente cierto?
No, lo oí comentar a unos vecinos...
Al menos lo habrás hecho pasar por la
segunda reja, que es la bondad...
Eso que deseas decirme, es bueno para alquien?
No,en realidad, no, Al contrario..
Ah, vaya!...La última reja es la necesidad.
Es necesario hacerme saber eso que tanto
te inquieta?
A decir verdad, no.
Entonces, dijo el sabio sonriendo...
si no es verdad, ni bueno, ni necesario
sepultémoslo en el olvido
(D/A)