LA AUTOESTIMA
La autoestima es la manera que tenemos de querernos,
aceptarnos, respetarnos y valorarnos a
nosotros mismos.
La autoestima se forma a partir de mi relación
con los otros.
Durante los primeros años de vida, lo que vemos
de nosotros mismos es la imagen que nuestra
familia nos refleja. Luego la escuela y el
medio refuerzan esas imágenes, ya sea de
forma positiva o negativa, y las vamos incorporando.
Es decir, que el valor que cada uno tiene de sí mismo,
su auto-estima, no se trasmite por genes,
sino que se aprende.
Estas apreciaciones, entre otras cosas,
van configurando la personalidad, porque las creemos.
Si mi mamá me dice, reiteradamente, que
yo soy el más vago de mi familia, lo fundamenta,
con el tiempo me lo creo y por consiguiente
actúo como tal. Este sería un ejemplo de valoración
negativa, pero lo mismo sucede con
valoraciones positivas.
Este sentimiento que tenemos sobre nosotros mismos
es fundamental, sino pensemos en cuántos
problemas de depresión, miedos, dudas,
inhibiciones, fracasos académicos, fracasos
de pareja (por nombrar algunos) aparecen
ligados a la propia estima.
No se trata de valorarnos siempre positivamente,
sino de reconocer y aceptar nuestras virtudes
y nuestros defectos.
Nadie es perfecto, pero en vez de enojarnos
y castigarnos por nuestras falencias, aprendamos
a convivir con ellas y a quererlas.
Que no le gustemos al otro, o que al otro le moleste
tal característica de mí, no son razones suficientes
para que uno cambie.
Cada uno es cómo es y cómo se cree
(y se considera) qué es.
Antes mencioné que la manera de valorarse se
aprende, pero también se trasmite.
Si yo creo que nadie me va a amar, mi autoestima
es baja, es muy probable que no encuentre pareja,
y si la encuentro puede ser que el vínculo sea destructivo.
La autoestima es el andamiaje que sostiene
toda la estructura de nuestra persona.
Desconozco el autor