También la he visto
cuando de rima en rima
vagaba por los versos de un poeta
que recitaba sus versos
en el rincón sagrado de una ermita.
Entre las amapolas encendidas,
besando al viento,
acariciando a las alas
de una mariposa cautiva.
Acompañando al peregrino
que camina
por las sendas de las cimas,
junto al pastor de los sueños,
muy cerca del manantial
donde calman su sed
las cansadas y tristes golondrinas.
Te he visto soledad,
en el umbral de la existencia,
en el ocaso de los sueños,
allí...
donde el dolor ha forjado
el crisol de la vida.
Soledad,
te busqué y no te hallé,
y ahora que te contemplo
lloro porque te encontré..
Autor: José López Mateos