Ante el Cristo de los Faroles he de rezar el rosario, para pedirle al Señor que perdone mis pecados.
Son pecaditos muy leves, tan leves que no son malos.
Estando a tus pies un día prendiendo un ramos de flores, se me acercó el hada mía, para decirme muy quedo, para verte yo venía.
¿ Que haces aquí rezando ? ¡¡ Rezando el Ave María !!
Estoy pidiendo perdón por pequeñas cosas mías, éste Cristo me miraba y en su mirar me decía.
¡¡ No te preocupes por nada, tus pecados son poesías; poesías que a mi me agradan, tú escríbeme cada día, que en tus letras yo conozco tus penas y tus alegrías !! Hoy te puedes retirar, impoluto de tropelías; ya te he perdonado; Reza Tres Aves María. ¡¡ Esa es tu penitencia, Casi, visitamé cada día !!
Casimiro López Cano