Hay una pequeña margarita, como enredadera fina que trepa por tu portal,
esperando llegar a ti - que como imposible sueño desea conquistar: nadie se fija en ella,
es una insignificante flor que solo quiere el cobijo de tu corazón.
Margarita es tan preciosa, que al verla me enamoró,
su belleza tan sencilla y brillante, que al sol anuló,
una florecilla delicada, en medio de las flores creció
como una reina, enamorada, por su amor suspiró.
Las flores envanecidas, de la margarita se burlaban,
sin entender que su belleza, en su alma anidaba…
tan delicado aroma, que las flores despreciaban
pero su hermosa alma, delicadamente guardaba.
Por cada lágrima que sus ojos bellos derramaba
Un pétalo caía, hasta el fondo de su corazón,
de táctil fantasía, azul-verde melancolía
su esbelto cuerpo se dolía, de tanta hipocresía.
La florecilla margarita, su amor suspiraba
abriendo sus pétalos, a su amado invocaba,
sus caricias y su encanto, margarita le regalaba
en una noche mágica, de pasión le entregaba.
D.A.