Un beso de Amor...
Dame, de tu jardín, la más perfumada y hermosa flor para que por mis anhelos jamás vuelva a trepar el desamor; llévame a esa montaña que escalas, para asomarme a tu valle y río así sabrás que en mi clamor: ¡Por ti noche y día porfío!. Solamente tú llegaste a abrir la puerta de mi corazón evitando los precipicios tras los que me ocultaba entre la nebulosa nostalgia que a veces nubla mi razón esa negra incertidumbre sobre la que me asentaba. Así aquel día solitario, gris, monótono, frío y nublado se tornó jubiloso, sonrosado, cálido, afable de tu gentil y ansiada presencia ¡ Poblado. mágico y adorable!. Dame tú, el por mí elegido, un beso de amor que su recuerdo me acompañará mientras viva, dado que con su sempiterno rumor y grato chasquido siempre alcanzarás que mi vida sea grata y festiva hasta su postrer latido. * ©Ann Louise Gordon Abril, 05, 2012
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