Aunque la distancia
silencie nuestras ansias,
aunque el otoño se interponga,
tenemos la voz
para seguir cantándonos a lo lejos....
¡Oh amado mío!
Hoy afiebrada y con los ojos de fuego,
deliro en el sopor de no tenerte,
deliro en brazos de una soledad enorme.
Trato de evocar frases de esas
donde debo repetir insistentemente
que no te necesito,
pero la prescripción falla
y estoy casi muriendo en el intento.
TE QUIERO EN FUGA
CelesteLuz© Todos los derechos reservados 2.012
Caracas, Venezuela.