Alabado sea Jesucristo…
Los
cristianos no pensamos seriamente en vivir bien nuestro cristianismo,
porque nos tomamos licencia y hacemos a los demás lo que no querríamos
que hicieran con nosotros. ¡Cuántas veces nos tomamos el atrevimiento
de maltratar a los demás, especialmente a quienes tienen menos
influencia en el mundo! Despreciamos a los pobres o débiles, y no
caemos en la cuenta de que lo que hacemos a ellos, se lo estamos
haciendo al mismo Cristo.
Es
tiempo de que comencemos a vivir nuestra fe en serio, pues Dios nos
juzgará más severamente debido a que nosotros “sabíamos” las cosas, pero
no las quisimos practicar. Pero no sólo en el obrar con los demás,
dejamos mucho que desear, sino que al tratarlos, no lo hacemos con
aquella caridad y cortesía que querría Nuestro Señor. Porque si
pensáramos que cuando hablamos con alguien, es con el mismo Cristo que
hablamos, evidente o escondido en el prójimo, entonces tendríamos otra
mirada y otro trato para los hermanos.
Hay
que reconocer que estamos lejos todavía de la fe operante en que nos
quiere el Señor, y nos falta mucho por aprender, para que el día del
Juicio estemos entre los justos que el Señor pondrá a su derecha (www.santisimavirgen.com.ar)
¡Buenos días!
En medio de la naturaleza…
En
verano el calor de las ciudades nos proyecta hacia el campo, las
sierras y el mar a buscar, en el contacto con la naturaleza, descanso y
renovación física y espiritual. Ahí están los amplios espacios, el aire
puro, la presencia de animales y aves en su propio ambiente. Todo en
un clima de paz, silencio, serenidad… Una anécdota para que valores y
aproveches tus vacaciones.
Una
vez, el padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un paseo por
el campo con la intención de que su hijo viera cuán pobres eran las
gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos
en la casa de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje y
de regreso a casa el padre le preguntó a su hijo: —¿Qué te pareció el
viaje? —Muy bonito, papá. —¿Viste qué pobre es la gente? —Sí. —Y ¿qué
aprendiste? —Comprobé que nosotros tenemos un perro en casa, ellos
tienen cuatro. Nosotros tenemos una pileta que llega de un tapial a la
mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros
tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las
estrellas. Nuestro patio llega hasta la tapia de la casa, ellos tienen
todo un horizonte de patio. Al terminar el relato, el padre se quedó
mudo....y su hijo agregó: —¡Gracias, papá, por enseñarme cuáles son
nuestras pobrezas!
Entrar
en contacto un poco más prolongado con la naturaleza nos acerca a una
verdadera fuente de sabiduría. Allí surgen emociones y vivencias que
nos hacen amar más la vida, para volver luego a nuestras ocupaciones
habituales con nuevas energías y nuevas ideas. Que aproveches la fuerza
renovadora de estos días de descanso. Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un
día más para adorarte y servirte. Hagamos como
decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti
solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte
y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son
los obreros para recogerla. Es la Palabra de Dios.
Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo
cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de
que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes, que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados terroristas ó políticos de guante blanco, y reine la Paz, así como el Amor,
en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente,
el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro
López
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