Alabado sea
Jesucristo…
El Sermón del Monte no es Ley sino Evangelio. El
Evangelio no es una nueva Ley, otros preceptos más refinados, otra experiencia
más elevada.
El Evangelio es Buena Noticia, invitación. Ésta es la
diferencia entre la Ley y el Evangelio: la Ley deja al sujeto a merced de sus
propias fuerzas, le pone preceptos que ha de esforzarse en cumplir, le amenaza,
le premia, le exige esforzarse...; el Evangelio, en cambio, coloca al ser
humano ante el don de Dios, le hace conocer a su Padre, le convierte en hijo, lo cambia por dentro...
Y ya no tiene que mandarle nada.
Se dijo a los antiguos que Dios era juez severo. Jesús muestra el corazón de
Dios: como una madre.
Es la revolución de Jesús. Tan fuerte que quizá no hemos entrado en ella.
José
Enrique Ruiz de Galarreta
¡Buenos días!
Oasis de paz
La experiencia y
la Palabra de Dios nos aseguran que vivimos en medio de influencias tanto
negativas como positivas. Existe el instigador al mal, existen los que se dejan
poseer por el odio y la perversidad. Y estas malas ondas vibran a nuestro alrededor
y nos quieren envolver en sus redes. Pero hay una fuerza poderosa que te
protege: la oración humilde y confiada a Dios. Escucha este dulce mensaje de la
Reina de la Paz:
“¡Queridos hijos! Ustedes saben que yo les he
prometido un oasis de paz. Pero no saben que junto al oasis está el desierto, donde
acecha Satanás y trata de tentarlos a cada uno de ustedes. Queridos hijos, sólo
con la oración ustedes serán capaces de vencer toda influencia de Satanás en el
lugar donde viven. Yo estoy con ustedes, pero no puedo privarlos de su libre
voluntad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Alexis Carrel,
premio Nobel de Medicina, escribió acertadamente: “Un constante y silencioso
milagro acontece, a cada hora, en los corazones de hombres y mujeres que han
descubierto, con asombro, que la oración los enriquece con una continua
corriente de fortaleza que los sostiene en sus vidas cotidianas”. Busca en la
oración fortaleza contra el mal.
Padre Natalio