EL TIEMPO DE MI SOLEDAD
Es esta calamitosa sentencia de esperarte
y tener que reír a pesar de mi tristeza.
Contemplar impávida la belleza, que existe en los interludios de mi soledad, sólo cuando te pienso.
Descubrir la transparencia de mi alma como un diamante en luz.
Vibrar en la infinitud de saber que vendrás a mí sin tropiezos,
aunque tiemble, porque la espera desespera.
Es una oportunidad para plantar el canto de tu voz en mis oídos, junto al arrullo de los pájaros que trinan en coro, tu voz qu lejana me dice “te amo”...
Tentar al silencio, desgarrando cada vocablo sin pensarlo, pero sintiendo cada frase entrecortada y llena de nostalgia y de dulzor.
Es una forma de ver la locomotora de la vida, transitar indeteniblemente a través de mi mente y conquistar mis espacios como un retrato en sepia que se mueve.
Esa simpleza de ver cada nota de tus mensajes como una oración, como una promesa llena de certidumbre, pero también de irrealidades.
Es una sensación de frío que recorre mis entrañas, porque no estás,
y la victoria de tu partida, sobre tu anterior regreso...
Una forma de perdonarme y perdonarte y perdonarnos por amor,comprendiendo la importancia de nuestro próximo abrazo.
Es saborear el color de tu cuerpo intangible, pero presente.
Un deslumbrante destello para ayudarme a vivir sin ti, con el combustible de tu ausencia.
Distante, melancólica, meditabunda pero indemne de aporrearme contra una muralla de aislamientos.
El desparpajo de seguir contigo a pesar de la alternancia de tenerte y dejarte de tener...
La llave mágica que abre la puerta de los pesares y que la cierra.
Es desangrar mi reloj con las ganas de aprisionar sus agujas y deslizarlas rápidamente para que el compás del tiempo se acelere y te traiga de vuelta de una vez.
Partir mil veces mis elucubraciones en ecos desterrados de los territorios más postreros de mi mente, La emoción del nacimiento de un sentimiento hermoso que me une inefablemente a tu carne, y sin saber ni cómo ni por qué desear darte mi vida toda para que la embriagues de ti.
Es un morir en la oscuridad de mi habitación y entre las sombras de mi interioridad.
Es surcar esas aguas profundas de mi existencia que sin ti se desviste y va sonámbula, se vuelve pretérita, se vuelve enigmática, se vuelve lívida y descansa yerta.
No quiero conjugarlo porque en esta sobria soledad, lo saboreo y gimo y sollozo amplificando;
estas ganas de vivir a tu regreso, en un presente lleno de ti.
Es dejar el pasado en que no estás y guardarme el futuro en el que tampoco estás…
Viviendo cada instante del tiempo como un testimonio que da fe de mi nutrido sentir a tu lado.
Y mi sufrida nostalgia cuando la lejanía es la excusa para extrañarte y anhelarte tanto, llorando a goterones.
CelesteLuz©Todos los derechos reservados 2011.