HABLE DE TI A MIS ENTRAÑAS...
y ellas clamaron por recibirte;
por honrar tu simiente
y dulcificar aquello
que no existía en ti
antes de mi llegada.
Bienvenido de mi cuerpo
y de mi alma;
arpegio de deseo
que se disuelve
y deja siempre
lo perdurable
y mucho más.
Me sumerjo en ti
cuando cavas en mi ser.
Fluyen mis aguas
cuando te veo infinito
y entregado totalmente
a mi merced,
porque te invoco
cuando te amo
y este rito de los dos
nos hace uno
en desgobierno.
Dejo caer mi peso libre
para blandirme
sobre tus huesos.
Mis manos se multiplican,
como enjambres de misterios.
Siento tus escalofríos
y toda tu piel gimiendo
porque el amor se consuma
con el devenir del tiempo.
CelesteLuz© Todos los derechos reservados 2.013
Caracas, Venezuela