Un equipo de científicos encabezados por el profesor José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, ha detectado el mayor impacto registrado de una roca contra la luna, que pudo originar un cráter de unos 40 metros de diámetro.
En una rueda de prensa, coincidiendo con la publicación en la revista Monthly Notices of the Royal Astronómical Society de un artículo conjunto de Madiedo y de José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el profesor de la Universidad de Huelva ha explicado hoy que el impacto fue registrado el 11 de septiembre de 2011.
Una roca de entre 400 y 450 kilos
El mismo se produjo, ha indicado, cuando una roca, con un peso similar al de un coche pequeño, entre 400 y 450 kilos, chocó contra la luna y produjo "un destello tan brillante que pudo observarse a simple vista y que se prolongó durante ocho segundos".
Hasta ahora el mayor impacto registrado lo detectó la NASA en marzo de 2013 y en aquella ocasión el destello duró un segundo y el peso de la roca fue de unos 40 kilos.
Madiedo ha precisado que el destello es, por tanto, "el más longevo e intenso observado nunca" y el hallazgo fue posible gracias a dos telescopios del Proyecto Midas -acrónimo en inglés de Sistema de Detección y Análisis de Impactos en la Luna- desarrollado conjuntamente por él y Ortiz.
En el análisis llevado a cabo por ambos se calcula que el nuevo cráter generado como consecuencia del impacto podría medir unos 40 metros de diámetro y que la roca que lo produjo medía entre 60 y 150 centímetros.
Asimismo, ha explicado que la colisión tuvo lugar a unos 61.000 kilómetros por hora en la zona conocida como Mar de las Nubes, una antigua cuenca de lava solidificada con una extensión similar a la de la Península Ibérica.
La energía implicada en el impacto fue equivalente a la detonación de unos 15 toneladas de TNT, lo que supone al menos una potencia tres veces mayor al impacto registrado por la NASA en marzo de 2013.
Ahora, los investigadores se pondrán en contacto con la NASA para, a través del satélite LRO, poder detectar el cráter y analizarlo, ha indicado el profesor.
Los resultados que se obtienen del análisis de estos destellos de impactos en la luna permiten conocer la frecuencia con la que estas rocas colisionan con la Tierra, y se ha llegado a la conclusión de que alrededor de unas 700 rocas como la detectada, de un metro de diámetro, podrían impactar contra la atmósfera al año.
Esto, sin embargo, no es motivo de alarma ya que la atmósfera sirve de parapeto y la mayoría "o bien se desintegran completamente al chocar con ella o en caso de que alguna parte resista entran en forma de meteoritos pero muy pequeños", ha señalado Madiedo.