Alabado sea Jesucristo…
“El mundo entero se pregunta qué es la felicidad. La verdadera felicidad está dentro, está en el corazón, está en esta vida”
La
última vez que sentiste alegría, como en éxtasis, ¿dónde sentiste,
exactamente, ese sentimiento? Muchas personas a las que se lo he
preguntado, han dicho: “Venía de mi interior, estaba dentro de mi,
impregnaba todo mi ser”. Nunca dicen. “La felicidad estaba allí y podría
verla y sentir como rebotaba sobre mi piel, como el sol”. Siempre
dicen: “Surgía de mi interior”. Esa es una pista muy buena, justo lo que
estás buscando está también dentro de ti. ¿Estaba? No. ¿Está? Sí.
¿Estará? No lo sé, pero, está. Prem Rawat
¡Buenos días!
Sonríe, Dios te ama
“Tanto
amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único”. Este versículo de la
Biblia expresa la verdad-clave de nuestra fe cristiana. Si a veces
suceden cosas que te cuestionan seriamente y te preguntas angustiado,
“¿cómo Dios permite esto?”, ten la seguridad que Dios va a sacar de todo
mal, sufrimiento, desgracia, un bien mucho más grande. Como sucedió con
la muerte de Jesús…
Si
Dios tuviera un refrigerador, tu fotografía estaría pegada a su puerta.
Si él tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. Él te envía
flores cada primavera. Él te regala un amanecer soleado cada mañana. Las
veces que deseas hablar, él te escucha. Él puede vivir en cualquier
parte del universo, pero eligió... tu corazón. Reconócelo como tu amigo.
¡Él está loco por ti! Dios no prometió días sin dolor, risas sin penas,
sol sin lluvias, pero prometió fortaleza para el día, consuelo
para las lágrimas, y luz para el camino. Tanto te ama que murió por ti.
Ahora mismo, abre tu corazón y déjate amar por Dios. (Anónimo).
Tener
fe es haber descubierto el inmenso amor que Dios tiene por ti; y, ante
tan enorme y fascinante hallazgo, organizar toda tu vida como una
respuesta fiel y coherente. El Espíritu de Dios, Espíritu de amor, te
ayude a interiorizar este pensamiento en la meditación, porque está en
el centro de la auténtica relación con el Señor. Que él te asista y te
bendiga.
Padre Natalio