Busco a Dios
Por muy plena que parezca mi vida,
tal vez siento que me falta algo importante.
Por eso, al analizar mi existencia
con más atención, tal vez decida
realizar algunos cambios.
Pero sé que no hay cambio exterior
que pueda satisfacer realmente mi alma,
pues lo que anhelo es Dios.
Dios es la respuesta a todos
los anhelos de mi mente y mi espíritu.
Sólo Dios puede llenar plenamente
ese sitio interior especial,
porque sólo Él puede inducirme
a ascender cada vez más.
Sólo Dios puede brindarme
las experiencias que conducen
a un mayor crecimiento
y a más comprensión.
Por eso busco a Dios
en todo lo que hago.
Miro más allá de las apariencias
y dedico tiempo a ver el orden divino
porque sé que ese orden
es inherente a cada situación.
Cuánto más está Dios en mi vida,
tanto mayor es la satisfacción
que recibo de todo lo que hago.