Antonio Pérez Verde | @aperezverde | Madrid | Actualizado el 26/02/2014 a las 08:12 horas
Recientemente se ha estado hablando del peligro potencial que suponen los asteroides en lo referido al impacto contra la superficie de nuestro planeta causando una catástrofe en mayor o menor medida. Todo esto vino a raíz de una noticia de la semana pasada que destacaba el seguimiento de un asteroide que iba a "rozar" la superficie de la Tierra llamado 2000 EM26.
Para ver más fácilmente ese acercamiento, la forma más visual de ver la "rozadura" es comparar distancias. Para ello imaginemos que la Tierra es un balón de fútbol (22 centímetros de diámetro). La Luna sería una bolita de 6 cm de diámetro, es decir, algo más pequeña que una pelota de tenis, y estaría situada a 6,5 metros de la superficie del balón de fútbol, siendo el asteroide 2000 EM26 una motita insignificante.
Pero... ¿a cuánto equivalió esa "rozadura"? En el caso concreto de este asteroide, pasó a ocho veces la distancia Tierra-Luna, es decir, según nuestra comparativa, a 50 metros (el largo de una piscina olímpica) y su velocidad era de 12 Km/s, equivalente a 2 cm/s en nuestro sistema. Por lo tanto, más que una rozadura, fue una "pasada de largo".
Eso sí, cabe decir también que, aunque el tamaño del asteroide fuera tan pequeño en relación al de nuestro planeta, los destrozos en caso de impacto podrían ser importantes igualmente. Que se lo digan a los dinosaurios...
Otra pregunta que se plantea en estos casos es si estos asteroides, como el 2000 EM26, son casos aislados o hay más objetos amenazantes. La respuesta es que sí hay más objetos, y todos ellos se pueden consultar en esta página web de la NASA.
La cantidad de objetos parece alarmante, pero sólo es debida a la sensibilidad y precisión que están adquiriendo nuestros instrumentos. De hecho, tenemos noticias de "rozaduras" de asteroides prácticamente cada dos meses.
Como las posibilidades de impacto son tan bajas (del orden de 0.00001, siendo 1 un impacto asegurado y 0 un impacto imposible) se utiliza la escala de Palermo, una escala logarítmica en base 10 que mide el riesgo de impacto de un objeto próximo a la Tierra.
Referente a impactos, cabría destacar también un artículo que apareció el pasado 24 de febrero en la revista MNRAS (Monthly Notices of the Royal Astronomical Society) titulado 'A large lunar impact blast on September 11th 2013' firmado por los españoles J.M. Madiedo, J.L. Ortiz, N. Morales y J. Cabrera-Caño, donde se analizaba el destello producido por un fragmento de asteroide de un metro de diámetro y 400 Kg de masa que impactó en la Luna el pasado mes de septiembre.
Dado que la Luna no tiene atmósfera alguna, Madiedo y Ortiz estimaron que el impacto se produjo a unos 61.000 Km/h y el cráter producido, situado en Mare Nubium, mide unos 40 metros.
Gracias al Proyecto MIDAS pudo captarse la explosión del impacto, siendo ésta la más intensa detectada hasta la fecha. "En ese momento fui consciente de que acababa de ser testigo de un acontecimiento extraordinario", declara Madiedo recordando el brillo del impacto, que fue comparable con el de la Estrella Polar. El propio Madiedo ha elaborado el siguiente video para acompañar la publicación en MNRAS:
Resumiendo y haciendo una pequeña reflexión, siempre que leáis o escuchéis eventos de "rozaduras de asteroides", no os alarméis: pasarán de largo. A día de hoy no hay ningún asteroide realmente amenazante, así que no rompáis vuestros planes por estas cosas.
Comentario: Se trascribe este informe con el sólo y único fin de crecer en conocimientos del peligro que puede tener el impacto de un meteorito con la Tierra, aunque nuestro planeta tiene una cobertura de proteción -nuestra atmósfera- muy potente, dándose el caso de muchos asteriodes -pequeños- se desintegran o arden antes de llegar a nosotros, por la fricción con la atmósfera que nos proteje, no siendo así en la la luna -nuestro satélite- que un asteroide de un metro de diámetro y de unos 400 kilos que colisionó con la luna a las 11 horas de septiembre de 2.013, a una v elocidad de 61.000 Km/h produjo un cráter de 40 metros, debido a que la luna no tiene atmósfera de protección y por eso vemos que nuestro satélite está todo lleno de cráteres, grandes y pequeños y hay uno enorme que lo vemos a simple vista su -cráter- y los radios larguísimos de las señales del impacto de los escombros trazados por la gran explosión, que si eso hubiese pasado aquí y si no fuera por nuestra atmósfera de protección, se hubieran producido enormes daños materiales y de vidas, si hubiera caido en lugares habitados. Así es que nosotros estamos protegidos, a no se que algún meteorito fuese enorme y no se destruya antes de llegar a la Tierra. Casimiro López