Ante su sola evocación...
martes, 05 de abril de 2005
Ante la sola evocación del verdadero AMOR latiere con tal fuerza mi corazón, brotare en mi pecho una, tan intensa emoción, que el alma se me llenare de pasión... Fuere tan inmenso el fulgor de este poderoso sentimiento, pleno de ilusión... de clamor... que bien les pudiere asegurar, sin, en ello, vacilar, o mentir, que ninguna otra sensación tuviere en mi, tal poderío... tal magnitud tal intensidad; atesorare, en si, tan grande señorío, virtud y grandiosidad... Por eso les ruego que nadie... ¡ Nadie ! impunemente osare decir “Yo amo” sin que antes debidamente aquilatare y midiere, sin que acertadamente calculare... la magnitud de su sentir, salvo que ese nadie, no precisare para vivir o morir ... con premura de un tal singular sentimiento... Si así sucediere... ¡ Hágalo entonces, sin vacilar y sea vivo en decir que ...hasta , si preciso fuere... dispuesto a morir estuviere, antes que del amado, tuviere que prescindir...! Pero...¡ Eso sí...! píenselo bien el Caballero... ¡ Sí, píenselo bien primero... ! pues sin pretender ser agorero o pájaro de mal agüero puede que... ¿ tal vez ? tan mal mentir, sea su último decir... su Viático... ? ya que, en deducir ... ¡ Yo amo! pretendiendo seducir... forzado, se viere a partir, y, a esta vida, adiós obligado, a decir... ¡ Ah, ! ¿Quién sabe, bien se pudiere, producir, no? * A N N |