Los Pies
Milagros de cristal, ciegos delirios
en rubios mares de fervor mojados,
rocíos de la aurora coagulados
en párpados de luz, silentes irios.
Broches del cielo, presurosos lirios
donde acaban dos ríos nacarados;
de plumas y de pétalos candados
para cerrar caricias y martirios.
Sellos blancos que firman tu figura,
llaves rosadas, rúbricas de albura:
¡oh dos recuerdos de ala disecados!
Aquí están, versos míos, rosas tuyas,
para siempre tenerte y que no huyas,
por la misma esperanza atenazados.
Autor del poema: Francisco Pino