Alabado sea Jesucristo…
Hoy estamos celebrando a María Auxilio de los Cristianos, o como también se la llama, María Auxiliadora.
“Todos estaban unidos, insistiendo en la oración, con María la Madre de Jesús” (Hechos 1,14). María siempre ha estado presente en todas las persecuciones de la Iglesia; así pues, por su ayuda en Lepanto, protegió milagrosamente a toda la cristiandad, incluyéndola San Pío X en las Letanías.
También es el auxilio de la Iglesia del silencio, ya que todo cristiano fiel “padecerá persecución” (Segunda carta a Timoteo 3,12), pero “de los perseguidos por causa de la Justicia es el Reino de los Cielos” (Mateo 5,10).
¿Defendemos a Cristo y Su Doctrina con la voz, con el corazón y con nuestra labor, o sólo tenemos un corazón tibio y poco digno? Seamos soldados valientes, enamorados de Jesús y María, quien como Capitana nos defenderá con la Espada de la Justicia y el Manto de la Verdad. Y a través de Ella el Espíritu con Sus Alas nos cubrirá y nada nos pasará.
¡Buenos días!
Oración del educador
Recuerda que un hijo (como también un alumno) es un regalo de Dios. La más rica de las bendiciones. No trates de amoldarlo a imagen tuya o de un vecino. Cada niño es individual, y tiene que permitírsele ser él mismo. No aplastes el espíritu de tu hijo o alumno cuando falla, y nunca lo compares con otros que lo hayan sobrepasado.
Seño Jesús, tú que eres el único y verdadero Maestro, concédeme la gracia de ser, a ejemplo tuyo, maestro/a, para mis alumnos. Haz que yo sea modelo de: amor, confianza y comprensión. Haz que yo sepa, con mi vida, educarlos en la libertad y con mi sabiduría capacitarlos para un auténtico compromiso hacia los demás. Haz que yo sea capaz de hablarles de ti y de enseñarles cómo hablar contigo. Haz que ellos se den cuenta que son amados y que yo sólo busco su verdadero bien. Haz que mi amistad contigo sea fuente de mi amistad con ellos. Jesús Maestro, gracias por haberme llamado a tu misma misión.
Enséñale a tus alumnos (o bien a tu hijo) que hay dignidad en el trabajo duro. Aunque se desempeñe con unas manos callosas paleando carbón, o unos dedos hábiles manipulando instrumentos quirúrgicos. Déjale saber que una vida útil es bendecida, y una vida fácil y en busca de placeres, es vacía e insignificante. El Maestro Divino te inspire y asista.
Padre Natalio