Alabado sea
Jesucristo…
Un instrumento musical no puede tocar por sí solo, pero
en manos de un músico parece cobrar vida en bellas y conmovedoras melodías.
Nosotros también somos instrumentos que Dios utiliza para
producir una bella música: canciones de paz y armonía para ser disfrutadas por
quienes nos rodean. Como instrumentos de
paz, compartimos constantemente las bendiciones del amor divino que vive en
nuestro corazón y nuestra mente.
El amor y la paz de Dios esperan para tocar en nosotros
una bienhechora armonía de tranquilos pensamientos, palabras y actos. Al ser
Sus instrumentos de paz, entendemos que somos eternamente uno con la serenidad
de Dios.
En armonía con la paz de Dios dentro de nosotros, dentro
de otros y a nuestro alrededor, incluimos a todas las personas de la tierra en
nuestra canción de paz.
¡Buenos días!
Corazones jóvenes
Los años
juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única diferencia entre el adulto
fracasado y el que ha tenido éxito está en la diferencia de sus hábitos. Los
buenos hábitos son la clave de todo éxito. Los malos hábitos son la puerta
abierta al fracaso. Por lo tanto es tarea ineludible y básica en tu juventud
formarte buenos hábitos y ser esclavo de ellos.
Nadie envejece por haber vivido un número
determinado de años. Sólo se envejece cuando se abandonan los ideales. Los años
arrugan la piel, pero sólo el abandono del entusiasmo arruga el alma. Ya se
tengan dieciséis o setenta, siempre existe en el corazón humano el impulso a la
maravilla, el suave asombro ante las estrellas, el desafío ante los
acontecimientos y la alegría de vivir. En el sitio central del corazón hay, un
árbol siempre floreciente que se llama amor; mientras ese árbol tenga flores el
corazón es joven.
Es maravilloso el
número de cosas imposibles que la gente entusiasta y decidida logra
realizar. “El entusiasmo es el brillo en
tus ojos, la vivacidad en tu andar, la fuerza en tus manos, el ímpetu irresistible
de tu voluntad que te lleva a realizar tus ideas. El entusiasmo es la levadura
que hace crecer tus esperanzas hasta alcanzar las estrellas”.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por
concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a
Ti solo busco, a Ti solo amo y tuyo quiero
ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí
los que estan cansados y agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28.
Es la Palabra de Dios. Alabado sea
Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas
Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y
suplico a todos los creyentes y no
creyentes, que pidan al Señor Jesucristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en
el Mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de
guante blanco y reine la Paz, así como el amor, en todos
los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López