Al Filo del Alba
La cal de las paredes
resbala por el aire.
El azulejo enmarca
peregrinos destellos.
Todo está en calma ahora.
Una extraña tiniebla
envuelve los perfiles
nocturnos. Cada instante
que pasa, resucita
convertido en recuerdo.
Pero toca a su fin tanta dulzura
cuando, al filo de alba,
me desatas de ti calladamente.
Autor del poema: María Sanz