Alabado sea
Jesucristo…
Algunas reflexiones de William Shakespeare nos servirán
hoy para abrir esta edición de “Pequeñas Semillitas”:
Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero
nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre
tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. No permitas que
nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima. Los gritos son el alma de
los cobardes, de los que no tienen razón.
Recuerda: Antes de discutir, respira; antes de hablar,
escucha; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de rendirte,
intenta; antes de morir, vive.
La mejor relación no es aquella que une a personas
perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos
de los demás y a admirar sus cualidades. Que quien no valora lo que tiene,
algún día se lamentará por haber perdido y que quien hace mal algún día
recibirá su merecido.
Si quieres ser feliz haz feliz a alguien, si quieres
recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas.
Recuerda, a veces de quien menos esperas es quien te hará vivir buenas
experiencias¡.
Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene
futuro. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida. Aún con
lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa "Estoy
bien".
¡Buenos días!
La olla caliente
Sufrir
tentaciones es una situación normal del hombre. Surgen de nuestra naturaleza
inclinada al mal, o también del enemigo de Dios o de ese mundo que vive al
margen de la ley divina. La tentación es una incitación a pecar. También los
santos pasaron por tentaciones. Pero lucharon y triunfaron, porque recurrieron
a Dios.
Abba Poimén fue un célebre Padre del
desierto. Se conocen de él más de 300 apotegmas. He aquí uno famoso. En cierta
ocasión alguien le preguntó al Abba Poimén: —¿Cómo puedo apartar de mí las
tentaciones? Él contestó: —Mientras la olla está fría, todo el mundo puede
tocarla y romperla; en cambio, cuando está bien caliente sobre el fuego, nadie,
ni el animal más feroz, se anima a tocarla. Así pues, mientras tú ardas en amor
a Dios, nada ni nadie podrá hacerte daño.
Jesús nos aclara
que para vencer las tentaciones necesitamos estar atentos y orar pidiendo
fortaleza para no caer en las seducciones del mal. Está claro también que no
debes buscarte las ocasiones de fallar porque “el que busca el peligro en él
perecerá”. Que Dios te proteja y bendiga.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día
más para adorarte y servirte. Hagamos como decía
San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti solo amo y
tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los obreros
para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que estan cansados y
agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la Palabra de Dios.
Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a
todos los creyentes y no creyentes, que pidan al
Señor Jesucristo en oración, que no haya más guerras ni
hambre en el Mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de
guante blanco y reine la Paz, así como el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.