Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados, y la vigilé con amorosa ternura.
Y mi tristeza,creció como todos los seres vivientes,fuerte y hermosa y llena de
maravillosas gracias.
Y mi tristeza, y yo nos amábamos, y amábamos al mundo que nos rodeaba.Pues mi Tristeza
era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de tristeza.
Y cuando hablábamos, mi Tristeza y yo, nuestros días era alados y nuestras noche engalanadas
de sueños;porque mi Tristeza era elocuente, y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.
Y cuando mi Tristeza yo cantábamos juntos,nuestros vecinos setábanse en la ventana a escucharnos;
pues nuestros cantos eran profundo como el mar, y nuestra melodías estaba impreganados
de extraños recuerdos.
Y cuando caminábamos juntos, mi Tristeza y yo, la gente nos miraba con amables ojos, y murmuraba
con estrema dulzura.Y también había quien nos envidiaba, pues mi tristeza era noble,
y yo sentía orgulloso de mi Triteza.
Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y me quedé solo,con mis reflexiones.
Y ahora,cuando hablo, mis palabaras suenan pesadas a mis oídos.
Y cuando canto,mis vecinos no escuchan mis canciones.
Y cuando camino solo por la calle, ya nadie me mira.
Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas:
" Mirad, allí yace el hombre al que se murió su Tristeza".
Khalil Gibrán Khali