Llegas, te presentas, me besas, me seduces, me transportas con tan sólo palabras a lugares impensados, me hablas, me susurras, me cuentas cuanto sientes por mi, me gritas en silencio, me hablas con tu mirada, me explicas todo, ríes sin razón, me miras, me observas, te declaras, te silencias, te pierdes entre tus delirios, te encuentras en mis labios, te escabulles con caricias, me tomas, me arrastras, me llevas a los límites del cielo, me amas, y vuelves a observarme, a callar, te duermes, te beso muy suave para que no despiertes, te observo rendido en el lecho, tan calmo, tan tierno, tan dulce que me estremezco, tan irreal, tan fiel, tan único que no puedo, no logro explicarlo, tan mío, tan imposible que no puedo creerlo, tus ojos tiernamente cerrados, tus labios que sin hacerlo me llaman, se atraen con los míos hasta llegar a aquel beso tan calmo, tan puro y dulce, sencillo como una rosa especial como nuestro amor y me recuesto en tu pecho, me acaricias casi por inercia, dormido y lentamente cierro mis ojos quedándome en el sueño más perfecto que he tenido, tu presencia.
Colaboración de Noelia
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