Aprende a vivir.
Vivir es arriesgarse. ¡¡¡ Arriésgate!!!
El mayor desastre de la vida es no arriesgar nada.
Un hombre que no se arriesga, no hace nada, no tiene nada y no es nada.
Si no arriesgas, no vives.
Solo aquella persona que arriesga y logra conocer el riesgo puede aspirar
a comprender la verdadera LIBERTAD.
¿Tú quieres libertad? ¡Arriésgate!
Arriesga y vive, y muchos lograran vivir por ti. Te lo aseguro.
Decídete y toma riesgos. Arriesga y vive.
La persona que no se arriesga puede parecer que evite el dolor y el sufrimiento,
pero nunca aprenderá a sentir, a saborear, a oler, a crecer, cambiar, amar y vivir.
Peor aún, la persona que se esclaviza de manera voluntaria a una vida rutinaria,
evadiendo los riesgos, renuncia al mismo tiempo a todas las demás áreas de la vida.
Jamás nunca se llega al punto donde se deja de correr riesgos. ¡Así que no te engañes!
Acepta las dificultades, pues estas existen para acelerar tu propio desarrollo.
Recuerda que cuando más fuerte es el viento, más fuertes son
los árboles que le resisten.
Dichoso el hombre que decide tomar riesgos y, aprender de ellos, por que estos
le darán sabiduría, libertad y vida.
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