Mientras repasas los paisajes
y conjugas tus pensamientos
me encantaría decirte de las hojas que vuelan tras la desbandada.
Mientras mas veloz es la partida,
la película de tus manos y mis deseos escondidos entre labios se hace mas lenta,
mas dulce y más vieja quizás
pero a las orquídeas aunque no les pegue el Sol
siguen hermosas como tu conmigo y en las lejanías.
Mañana cuando llegues y camines, por las calles mientras miras los aparadores podrías imaginar que soy ese maniquí elegante y despeinado
En la oficina podrías tomar unos segundos para recordar esos días de escuela, acompañar imágenes con un buen café y antes de dormir si no hay nadie que me arrebate tu interés podrías contemplar mi numero en tu móvil aunque no me marques.
Ahora que también...
Mañana cuando llegues a otra parada, mientras el clima te tiñe la piel,
podrías emprender mi olvido en la aventura y dejarme para después, para el siguiente verano o quizás dejarle a Dios y al destino esa tormentosa tarea que no te permite concentrarte.
No se si tu viaje sea largo,
ojalá y no sea por mucho tiempo
yo me conformo con las buenas nuevas que dejan en esta puerta siempre abierta para ti...
Saludos...
no quiero hacer cansado el camino
tal vez ayudarte a conciliar el sueño nada mas.
No cambies, de lo contrario no me avises
déjame con la idea de esta última vez...
Colaboración de Mario Rodríguez