Si mi amor nunca te alcanzara, déjame ser espejo en la distancia. O quizás déjame ser en ti el después, cuando la noche vista su mejor gala. Antes, cual preludio del amanecer, o ser sólo corriente que te arrastra. En desobediencia siempre a mi ser. Que soy quien más en ironías te ama. Déjame ser rocío que se derrama en juntilla perfecta del atardecer tu cuerpo en el mío cual serenata silencios gritando cuánto te amé. Donde suspirando muere la lágrima en rebeldía ramera doliente del ayer. Y coronarte de besos las mañanas donde en secretos en tu boca los dejé. Si acaso mi recuerdo no te alcanzara déjame ser huellas quedadas en tu piel donde se prenden los luceros del alba sin saberse en lejanías de ocasos, infiel. Si mi amor nunca al tuyo lo alcanzara sería deshojar el tiempo del tiempo cruel coronas de olvidos, crucificando el alma sobre tu cuerpo que antes tanto caminé. En delincuencias injustas del mañana como se mece la luna en su cielo amante déjame ser la sombra que te acompaña aunque nunca amor lo llegues a saber!
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