Destino
Mi corazón desprotegido era solitario,
Sin consuelo, en mi cielo atormentado
No había luz ni destino, nada en mi camino.
Y como estela apareciste un día repentino.
Fuiste el amanecer que en mis noches esperaba
Tan fuerte fue tu brillo que iluminaste
El sendero de mi alma desgarrada y
Quedaron atrás mis noches nubladas sin fe.
Viento de esperanza llegó de tu mano
Llevando de un soplo el temor
Y el dolor de mi destino adueñado,
Dejando observar el horizonte de tu amor.
Porque con solo verte y perderme
En el laberinto de tus ojos sacio mi sed,
Y con tu tierna manera de amarme
Impregnada queda mi cuerpo de tu ser.
Haces que mi mente pierda dirección de camino
Porque si bien paralelas nuestras líneas del destino,
Cada una lleva inevitablemente
Distinto sentido.
Colaboración de Dulce Mayumi Alonso Navarrete
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