Invitación
Dulce bailarina de mirada dulce que mueves tu cintura al ritmo de un big ben. Te invito a que seas la estampilla para este sobre sin destino. Podrías abrirle los ojos a este ciego, y llevar a caminar a este cojo por los lugares más recónditos del planeta. Puedes enseñarle a vivir a este bebé recién nacido, ó aprender de este anciano sabio. Puedes pensar en una flor, pero te darás cuenta que eres una de ellas. Te invito a enfrentarnos contra el destino, a matar dragones y rescatar doncellas, a robarle a los ricos y darle a los pobres. Te invito a que nos miremos, y veamos nuestras mentes y en ellas encontremos lo que buscamos. No sé lo que puede ser, tal vez tú tampoco. Tal vez no encontremos nada, pero a lo mejor un mundo de cosas nuevas. En un mundo donde todo sea posible, sin rendirle cuentas a nadie. En el cual podamos ser libres podamos correr por los campos, nadar por los ríos y volar por nuestra imaginación. Comenzar a describir más claramente desde el universo hasta una célula, y así conocernos, sentir tu presencia, tu aroma, y que tú sientas mi confianza, que sientas el placer que siente este lápiz al desplazarse por este papel. Te invito a descubrir los anteojos para esos ojos perfectos. Te hago una cordial invitación a que me invites a conocerte, y así no permitir que se seque la tinta de este lápiz. Este lápiz tienes que tener en cuenta que sólo vale 150 pesos, pero escribe unas cosas que valdrían una fortuna. Con este lápiz puedo desnudar tu mente o abrigar esos fríos pensamientos. Este lápiz te pide cordialmente que demos una vuelta por el cosmos y que construyamos una banca bajo un árbol de un planeta, no importa cual sino su utilidad, que yo te conozca a ti y tú a mí.
Colaboración de Ignacio Rodriguez
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