Alabado sea
Jesucristo…
Si estás enojado con alguien, y nadie hace nada por
arreglar la situación... arréglala tú. Tal vez hoy, esa persona todavía quiera
ser tu amiga, y si no la arreglas, tal vez mañana puede ser muy tarde.
Si estás enamorado de alguien, pero esa persona no lo
sabe... díselo. Tal vez hoy, esa persona también esté enamorada de ti y si no
lo dices hoy, tal vez mañana puede ser muy
tarde.
Si te mueres con ganas por darle un beso a alguien...
dáselo. Tal vez esa persona también quiere un beso tuyo, si no se lo das hoy,
tal vez mañana será muy tarde.
Si todavía amas a una persona que crees que te ha olvidado... díselo. Tal vez esa persona
siempre te ha amado y si no se lo dices hoy, tal vez mañana será muy tarde.
Si necesitas un abrazo de un amigo... Pídeselo. Tal vez
ellos lo necesitan más que tú, y si no se lo pides hoy, mañana será muy tarde.
Si de verdad tienes amigos a los cuales aprecias...
díselo. Tal vez también te aprecian, y si se van o se alejan, tal vez mañana
puede ser muy tarde.
Si quieres a tus papás, y nunca has tenido la oportunidad
de demostrarlo... hazlo. Tal vez hoy, tienes ahí para demostrárselos, pero si
se van, tal vez mañana puede ser muy tarde.
¡Buenos días!
Juan Pablo II y las vocaciones
«Vale la pena
dedicarse a la causa de Cristo, que quiere corazones valientes y decididos.
Vale la pena dedicarse a ayudar al hombre en el camino hacia la eternidad. Vale
la pena hacer la opción por un ideal que proporciona grandes alegrías, aunque
exija no pocos sacrificios». Juan Pablo II, (México, 30-1-1979). Del mismo Papa es esta oración:
Señor Jesús, te pedimos por los muchachos y
chicas que invitas a seguirte de cerca; haz que sean capaces de desapegarse de
las cosas de este mundo y abran su corazón a la voz que los llama.; que sientan
el coraje de dedicarse por toda la vida, con un corazón no dividido, a ti y a
la Iglesia; que crean que la gracia les dará la fuerza para tal donación y vean
la belleza y la grandeza de la vida sacerdotal, religiosa y misionera. Haz,
Señor, que los jóvenes sepan acoger con coherente aplicación las exigencias del
llamado para el sacerdocio y para las otras formas de vida consagrada;
bendícelos con la misericordia infinita de tu corazón. Amén.
La vocación es
una llamada que Dios hace a quien él quiere, y que exige una gran renuncia de
sí mismo para poder amar a todos. Es un servicio, es un testimonio, es amor. Es
en definitiva, una llamada a vivir plenamente la gracia bautismal. Es vivir un
riesgo absurdo a los ojos de los hombres, pero maravilloso a la luz de la fe.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para
adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí
sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es
conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están
cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la
palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la
Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y
no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón
de Jesús, está conmigo. Casimiro López