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Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
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De: radio |
Enviado: 21/09/2014 22:06 |
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Amig@s.**Adela y Radio**.Buenas noches. Gracias y por compartir tus sabias letras o por leer las
mías y por la importante participación en
la página y tambien por la leal e
incondicional amistad que -vitualmente-
compartimos. Abrazos.
Me
encanta que te agraden mis letras,
porque pongo en ellas todo mi cariño y
es mi deseo que todos y cada uno de mis mensajes
lleven algo que nos hagan crecer en
conocimientos, ilusiones o sueños. Casimiro.
Ruego
encarecidamente a todos los amig@s de esta
casita, que contesten algunos mensajes y, ó por lo
menos, que den las gracias a los amig@s que han
tenido la delicadeza de leer y contestar los suyos.
Casimiro
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