Fue una mañana de abril,
aquel día en que, inevitablemente
la dulzura de su beso
llegó a mi corazón.
Aquel beso, inolvidable
que despejó mi mente y la emblanqueció,
aquel que me hizo temblar,
aquel que me regaló, mi amor primero.
Y le dije:_¿porque lo has hecho?
pero el solo me miró,
y con esa mirada clara, cálida, sincera,
otro beso me robó.
Aquel beso, inexplicable.
Colaboración de Florencia Volonté
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