Alabado sea Jesucristo…
Quizá no puedes cambiar la realidad a tu alrededor, pero sí puedes cambiar la lente a través de la cual la observas, la interpretación que hagas de ella.
Toma consciencia de que no todos percibimos las cosas de la misma manera, de que hay muchos modos de concebir la existencia.
Muchas personas entienden la vida de otra manera y no son por ello tus enemigos. Acostúmbrate a respetar su forma de pensar, su ritmo, su modo de vida.
Trata siempre de mirar todas las cosas a través de la lente que te muestra una visión positiva de la vida, que te permite vislumbrar sus colores luminosos, sus ventajas y posibilidades.
Saber vivir implica adquirir consciencia de todas las capacidades con que cuentas y ponerlas en acto para alcanzar, a cada momento, una vida feliz y satisfactoria, en armonía con Dios y contigo mismo, con el mundo y con todas las personas que te rodean, por amor y con amor… por el simple placer de compartir los dones recibidos.
¡Buenos días!
El amor todo lo puede
Saluda este día con amor en tu corazón. Este es el secreto más grande de la Palabra de Dios, para tu felicidad. Contempla todas las cosas con amor y nacerás de nuevo. Ama a toda clase de personas porque cada una tiene cualidades dignas de ser admiradas. Derriba lo que separa los corazones y en su lugar tiende puentes de comprensión y bondad.
No hay dificultad por muy grande que sea, que el amor no la supere. No hay puerta por muy cerrada que esté, que el amor no la abra. No hay distancias por extremas que sean, que el amor no las acorte tendiendo puentes sobre ellas. No importa cuán serio sea un problema, cuán desesperada una situación, cuán grande un error, el amor tiene poder para superar todo esto. Si eres capaz de experimentar y vivir realmente el amor, tú puedes ser la persona más feliz del mundo. Ama... siempre. En cada acto, en cada pensamiento, en cada día que amanece, en cada noche que llega, haz de tu vida siempre una canción de amor.
San Pablo a los colosenses los pone en guardia contra las rivalidades, envidias y discordias, obras propias del hombre terreno. Desea, en cambio, verlos llenos de los frutos del Espíritu, a saber: amabilidad, bondad, confianza mutua, alegría, amor y paz. Por lo tanto, vigila y ora al Espíritu Santo para que encienda en tu corazón el fuego de su amor.
Enviado por el P. Natalio
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a tí sólo busco, a tí sólo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol 1,1). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que están cansados y agobiados, que yo los consolaré (Mt 11.28). Es la palabra de Dios. Alabado sea Jesuscristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes , que pidan al Señor Jesuscristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así cómo el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López