Desidia
No tengo el amor de los libros
ni el amor de las playas, ni el de las ciudades
ni el de los perros
no tengo el amor de los estudiantes
ni el de las rameras, ni el de los bomberos
no tengo el amor de los cuentos infantiles
ni el amor de las series de televisión, ni el amor de las grandes narraciones
no tengo el amor de los padres, ni el de los abuelos,
ni el amor que brota en las casas
con olor a merienda.
No tengo el amor de los amantes nocturnos
ni el de los psicólogos, ni el amor de las enfermeras
no tengo el amor de los paseos románticos
ni el de los revolucionarios, ni el de los científicos
no tengo el amor de nadie
no tengo el amor de los comerciantes, ni el de los niños
tampoco el amor de las madres, de las tías, de los sobrinos
Sólo tengo
éste pequeño acercarse
éste pequeño y momentáneo
estremecimiento.
Colaboración de Maximilianoriera