Una linda historia de amor
Estaba junto a él
yo no estaba en mis cinco sentidos
pues por el licor estaba embriagada
pero aún así, sabía lo que esta sucediendo.
De repente sentí sus labios
cerca de los míos
cerré mis ojos, me dejé llevar por el momento
momento que siempre soñé que sucediera.
No pude ni quise detenerlo
pues sentí una gran sensación
mezclada con pasión, locura y amor,
amor que toda mi vida
había guardado en mi corazón
ya no sentía la embriaguez
de aquel licor que había tomado.
Me empecé a embriagar
de sus besos, caricias y su calor
al sentir su cuerpo cerca del mío
al sentir sus manos tocando mi cuerpo.
Alcé la mirada, vi su rostro
en ese momento ya no lo conocía
ni sabía quién era
por ese instante mi corazón quiso olvidarlo,
mi mente no quería pensar
en nada más que no fuera
en lo que me hacía sentir.
Esa noche fue inolvidable para mí
pues tenía junto a mí
al hombre que toda mi vida había querido,
que había esperado solo para mí
y esa noche se hizo realidad
sin pensarlo, sin planearlo
pues tenía presente que nunca iba a suceder
y que solo iba hacer un sueño inalcanzable.
Esa noche empezó arder la llama del amor en mi corazón
Esa noche reafirmé el gran amor que siento por él
Esa noche me sentí verdaderamente amada
porque estaba con él
con el hombre que es mi vida
y daría cualquier cosa por verlo feliz
aún si sé que nunca lo volvería a ver
no me importaría si sé que él
es feliz con lo que tiene
yo me sentiría feliz también.
Porque esa noche hubiese sido eterna
hubiera dado cualquier cosa
para no dejar de sentir
como mi cuerpo, mi alma, mi corazón
y mi mente
se hacían uno solo
para amar a ese maravilloso hombre
que tenía cerca de mí
y ya no dejarlo ir.
Lo amo como a nadie he amado
y como ha nadie amaré
mi amor por él es sincero, puro y eterno.
¡Oh Dios! Gracias te doy
por haberlo creado
por haberlo enviado a esta tierra
por haber hecho que lo conociera
pues al saber que me ama
me hace feliz
aunque no este aquí conmigo.
Señor solo te pido
que lo ayudes a encontrar su felicidad
pues se lo merece
por hacerme feliz a mí
ya no lograría sacarlo de mi corazón
pues ahí por siempre vivirá.
Colaboración de Maricruz Gallardo