Alabado sea Jesucristo…
¿Hay grandespecadores y pequeños pecadores? Sólo Dios lo sabe. A nosotros nos basta “reconocer” que somos pecadores, que más de una vez le fallamos a Dios. Ojalá nuestra conciencia nos advierta aún nuestras pequeñas faltas (sin obsesiones, pero sí con delicadeza hacia el Padre Dios y los hermanos) y experimentemos la filial necesidad de reconocer como David: He pecado contra el Señor.
El buen Dios aprovecha nuestras graves faltas para mostrarnos que no hay pecador grandeni chico, que él perdona a todos los que buscan ser perdonados.
El Domingo
Sagrado Corazón de Jesús: Gracias por concederme un dia más para amarte y servirte. Casimiro López