Para mi adorada Musa: Desde el primer día que te conocí, ya empecé a sentir esta atracción hacia tí, desde mi soledad, se abrío un nuevo cielo para mí, aunque sea un amor plátónico lo quiero vivir, sin este amor loco yo no puedo escribir, aunque haya tanta gente cerca de mi, me encuentro muy solo en este mundo y no puedo seguir, te necesito mi adorada Musa; porque añoro aquél idílico y sosegado amor que se elevó al cielo, un día sin mi, y aquí estoy esperando mi arribada al lago azul, que es ese hermoso cielo que se ve desde mi ventana al abrir. Ahora ahogo mi pena en estos versos que escribo siempre para tí, que salen de mi corazón en cada latir, ellos son libres como mi sentir y mi alma se encuentra dichosa, estando tan cerca de ti; Musa de mi vida que luces hermosa, como las rosas de Abril. Autor: Casimiro López Cano.
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