Economía del Sustento
La economía de la Naturaleza es la economía primera y primaria sobre las que descansan todas las demás. La economía de la naturaleza consiste precisamente en la producción que la propia naturaleza realiza de bienes y servicios: el agua reciclada y distribuida a través del ciclo hidrológico, la fertilidad del terreno producida por los microorganismos, las plantas fertilizadas por los agentes polinizadores, etc.
En la economía del sustento, las personas trabajan con el fin de proporcionarse directamente a sí mismas las condiciones necesarias para mantener sus vidas.
La economía del sustento es la economía de los dos tercios de la humanidad que se dedican a la producción artesanal, la agricultura campesina, la pesca también artesanal y las economías forestales autóctonas. La economía del sustento incluye todos aquellos ámbitos en los que los seres humanos producen en equilibrio con la naturaleza y reproducen la sociedad a través de la colaboración, la mutualidad y la reciprocidad.
La ciencia económica moderna, el concepto de ‘desarrollo’ y el de ‘progreso’ y, actualmente, el paradigma de la globalización apenas cubren una porción minúscula de la historia de la producción económica humana. En el contexto de una base de recursos limitada, desviar recursos naturales del sostenimiento directo de la existencia humana hacia la generación de crecimiento en la economía de mercado significa destruir la economía del sustento. En ésta, la satisfacción de necesidades básicas y la garantía de una sostenibilidad a largo plazo son los principios organizadores del uso de recursos naturales; la explotación de los recursos para la obtención de ganancias financieras y la acumulación de capital son, por el contrario, los principios organizadores de la economía de libre mercado.