"¿Cuál es el mejor negocio? Comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que cree que vale".
Si eres latinoamericano seguramente habrás escuchado –o contado– este chiste.
Es uno de varios que tienen como punto a los argentinos, un tema que quisimos explorar.
Aunque, si se quiere ser preciso, hay que hablar sobre todo de chistes sobre el ego de los argentinos.
Y es que la presunta arrogancia argentina pareciera ser un asunto sobre el que todos están de acuerdo... incluso ellos mismos.
HASTA EL PAPA FRANCISCO
"¿Sabe cómo se suicida un argentino? ¡Se sube arriba de su ego y de ahí se tira!".
El que contó este chiste públicamente hace unos meses fue nada menos que el papa Francisco, uno de los argentinos más famosos en todo el mundo.
El sumo pontífice le relató la broma a una periodista de la cadena mexicana Televisa, luego de decirle que los argentinos "no somos humildes" y "somos muy engreídos".
Irónicamente, el tener un Papa argentino no ha hecho mucho por disminuir la sensación de superioridad de algunos en ese país.
Francisco, Messi, Maradona, la reina Máxima de Holanda... son solo algunos de los nombres de argentinos reconocidos en todo el mundo, que hacen explotar de orgullo a muchos en la nación sudamericana.
Sin embargo lo del ego argentino exacerbado trasciende estas figuras... y su fama las precede.
¿DE DÓNDE VIENE?
Según Gladys Adamson, directora de la Escuela de Psicología Social del Sur, en Buenos Aires, el llamativo fenómeno tiene un origen histórico.
"El tema surgió a finales del siglo XIX cuando el país era una de las potencias más ricas del mundo y después, con las Guerras Mundiales, cuando Argentina se convirtió en 'el granero del mundo'", explicó Adamson a BBC Mundo.
La experta señaló que ese momento coincidió con la creación del concepto de "argentinidad", ya que sucedió al mismo tiempo que llegaba una enorme ola migratoria que sentaría las bases de la sociedad argentina.