El
colesterol es una grasa y para poder ser transportado en la sangre, que
es un medio acuoso, necesita estar incluido en partículas complejas
conocidas como lipoproteínas.
Aquellas
que transportan el colesterol hacia las arterias son las LDL sigla que
deriva de la expresión inglesa Low Density Lipoprotein (lipoproteina de
baja densidad) y es conocido como el colesterol malo; y las que lo
remueven de las paredes de las arterias son las HDL (High Density
Lipoprotein o lipoproteína de alta densidad) también denominado
“colesterol bueno”.
Estas
lipoproteínas que podríamos graficar como camiones que transportan
sustancias grasas pueden ser modificadas cambiando los hábitos
alimenticios, realizando ejercicio físico o tomando medicamentos.
En
la actualidad se sabe que esta partícula es la encargada de la remoción
del colesterol que se encuentra en las placas de aterosclerosis y todo
el proceso es conocido como transporte inverso de colesterol que
consiste en llevarlo desde la arteria hasta el hígado para su
eliminación o reutilización.
Estudios
efectuados en grandes poblaciones demostraron la existencia de una
relación inversa entre el nivel de HDL y presencia de enfermedad en los
vasos sanguíneos.
Se
ha estimado que por cada disminución en 1 mg/dl de HDL se incrementa el
riesgo de enfermedad coronaria en un 2-3%. Además se calcula que 1 de
cada 4 pacientes que han tenido enfermedad en las arterias coronarias
tiene niveles bajos de HDL.
Es
importante conocer que frecuentemente los niveles bajos de esta
lipoproteina están vinculados a otros factores de riesgo como
sedentarismo, tabaquismo, obesidad o niveles altos de triglicéridos.
Los
médicos cuentan en la actualidad con diferentes medidas para
incrementar esta lipoproteína son: la práctica de ejercicio físico, la
suspensión del tabaquismo y la reducción del peso.
Fármacos
conocidos como “fibratos” y en especial la “niacina” son útiles para
elevar los niveles de HDL. El valor considerado normal para la población
en general es entre 40 mg/dL y 60 mg/dl, las personas con valores
mayores se considera que el HDl ejerce un factor protector.
“Igualmente
lo más importante es que todos deben tomar conciencia de la importancia
de realizarse análisis de sangre para determinar los niveles en sangre
de estos lípidos y consultar a quien podrá brindar el mejor consejo de
cómo afrontar el problema”, afirmó el doctor Ricardo Rey, jefe del
Servicio de Epidemiología y Prevención Cardiovascular del Instituto
Cardiovascular de Buenos Aires.
Fuente: Saludable