Si la prueba te visita, no huyas de ella.
El Problema es una condición para el crecimiento.
Refleja en la semilla como se esfuerza para vencer el suelo que la constrIñe.
El árbol protector habla sin palabras como las veces que aguantó la furia del viento, para sobrevivir.
El dolor es una propuesta del cielo para que te promueva.
Confía y atraviesa la dificultad.
El Señor de la Vida que te sostuvo ayer, te sostendrá también hoy.
Moviliza la propia fé y camina adelante.
Te conecta a Dios y sigue.
Piensa en el prodigio de la Luz y reconocerás que la fuerza viene de dentro.