¿Sabías que hasta la mitad de los casos de pérdida de visión podrían haber sido evitados? Con motivo de la celebración del
Día Mundial de la Visión, los especialistas quisieron recordar la importancia de someterse a
revisiones oculares y visuales periódicas, no sólo para
corregir los problemas más comunes de visión como hipermetropía o astigamatismo sino también para
detectar problemas mayores como las cataratas o el glaucoma que provocan, sin ser nosotros conscientes, una pérdida progresiva de la
visión y tratar así al paciente a tiempo pero la utilidad de las revisiones oculares no se detiene ahí: a través de los ojos podemos
observar problemas en otras partes del cuerpo ya que muchas enfermedades tienen su manifestación ocular. Así, por ejemplo, la
hipertensión puede manifestarse en los vasos sanguíneos de la parte posterior del ojo, la diabetes daña las estructuras oculares y algunos tumores cerebrales pueden crear signos, detectables en un examen de campo visual.
Estas visitas al oculista son especialmente necesarias en
personas mayores de 55 años ya que es a partir de esa edad cuando se presentan mayores problemas visuales asociados al paso de los años. Una sencilla revisión a tiempo ayuda a detectar de forma precoz estas patologías que, en los casos más desfavorables, pueden
desembocar en ceguera.