Soy bendecido al llegar a otros en alma y corazón.
Orar por otros
A veces puedo superar más fácilmente los desafíos que encuentro en la vida cuando dirijo mi atención a las necesidades de familiares y amigos. Oro por ellos con un corazón de amor.
En mis momentos tranquilos con Dios, considero los desafíos que la gente enfrenta en todo el mundo. Oro para que todos estén bien alimentados, vestidos y protegidos del tiempo. Oro para que cada niño tenga la oportunidad de recibir educación y cada adulto que desea conocimiento satisfaga ese deseo.
Oro por los que han perdido un ser querido y por los que sirven lejos de su hogar. Oro por otros y hago lo que puedo para ayudarlos. El mundo es un lugar mejor gracias a la oración y las acciones de bondad. Soy bendecido al llegar a otros en alma y corazón.
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres.”—1 Timoteo 2:1