CINCO POESÍAS DE LA NUEVA ENERGÍA...
(Por Jorge Oyhanarte)
ÁNGELES Y ÁNGELES...
-¡Mira a aquel Ángel de porte impactante!:
va…como subido sobre un pedestal;
¡se ve que se siente grandioso…, importante…,
y muy por encima del bien y del mal!
Mas cuando pretende remontarse al Cielo,
¡apenas se eleva a poca distancia!:
¿Sabes tú, mi amigo, por qué no alza el vuelo…?
-“Sus alas le pesan…de tanta arrogancia…”
-¡Míra a aquel otro de aspecto sencillo!:
¡cuánto AMOR refleja su dulce mirada!
¡Parece irradiar a su paso un brillo,
que a todos conforta…sin decirles nada…!
COMPAÑERO DEL ALMA...
Tú fuiste ese guerrero que me hirió en el combate…,
pero también el monje que ha rezado por mí…,
y el hijo por el cual, el corazón más late…,
y el sabio alucinado… del que tanto aprendí…
Y yo fui el peregrino que te prestó su báculo…,
y el chamán que aquel día te salvó de morir…,
y aquella pitonisa que consultó al oráculo,
preguntando a los dioses tu hora de partir…
Como actores de paso de un teatro itinerante,
en vez de pueblo en pueblo…fuimos de vida en vida…,
jugando a ser el loco…el poeta…la amante…,
el pastor…el viajante…la santa…el homicida…
¡Cuántos juegos jugamos…desandando milenios…!:
¡El que cura…el que mata…el que salva…el que peca…!
¡Y fuimos los druidas…los celtas…los esenios…,
y fuimos los egipcios…los mayas…los toltecas…!
Y hoy te cruzo en la calle…¡y no me reconoces!...,
y muy adentro mío se me estruja una cuerda…
y te grito en silencio -¡un silencio a mil voces!- :
“¡compañero del alma!...¿¡cómo no me recuerdas…!?”
¡Y mira a qué altura va en su vuelo santo…,
cual si no existiera ley de gravedad…!
¿Sabes por qué puede remontarse tanto…?
-“Tiene ALAS ETÉREAS… de tanta HUMILDAD…”.
TU MISIÓN...
Te quitaste las alas…por simularte humano…;
nublaste tus memorias…para fingir mejor…,
y ahora marchás a tientas…buscando en cada hermano,
¡algo que te recuerde que venís del Amor…!
Y una melancolía te tiñe la mirada…:
¡sabés que sos Divino…pero a veces dudás…!,
aunque en ti una sospecha va quedando instalada:
que para ir adelante…¡hay que mirar atrás…!
Y es que tu origen tira…como un imán sagrado…,
y de noche tu alma viaja hacia las estrellas…,
y cuando al otro día recordás lo soñado…,
¡tu mirada se enciende…, y tu risa es más bella…!
Y una alegría infinita te recorre por dentro:
¡te vas reconociendo como un SER ESTELAR!,
y un recuerdo divino brota desde tu centro:
que has venido a la TIERRA…¡para enseñar a AMAR…!
ENFOQUES...
-¡Mira…mira…, Padre…, mira
qué cosa maravillosa…!:
¡me enfoqué en una flor bella…,
y me he encontrado esta rosa…!
Y si me concentro, Padre,
en ver a algún compañero...,
¡como por arte de magia
me lo cruzo en el sendero…!
O si por caso, me enfoco
en algún conocimiento…,
¡un saber desconocido
aflora a mi pensamiento…!
¡Ah…Padre…, esto es portentoso!
¡Me siento como si fuera
un mago de esos que sacan
conejos de su galera…!
-“¡Deja ya esos juegos, hijo…,
y pasa a un Juego Mayor…!,
¡que es hora de que te enfoques
solamente en el AMOR…!”.
UN MAESTRO...
Un Maestro es aquél, -tan común y corriente-,
que desapercibido camina entre la gente,
sin creerse más bueno…, más sabio…, o superior…:
¡no necesita nunca del reconocimiento,
para marchar tranquilo, pertinaz en su intento
de vivir irradiando vibraciones de AMOR…!
Y porque no desea ningún protagonismo,
se mantiene distante…, siempre fiel a sí mismo…,
como un claro vigía…centinela de LUZ…;
¡pero su mansedumbre siempre te descoloca,
y su dulce energía llega hasta ti… y te toca,
aliviando en silencio la carga de tu cruz…!
Un Maestro comprende a todo aquel que duda,
y sabe de que modo puede darle una ayuda,
acercándole, acaso, algo de claridad…
Pero también discierne –con criterio atinado-
¡que a veces simplemente mantenerse callado,
es la mejor manera de ayudar en verdad…!
No pretende tener respuesta para todo…,
y va sencillamente…transitando a su modo…:
¡sabe que no es perfecto…y que nadie lo es!
No marcha por la vida brindando soluciones:
¡piensa que cada uno debe labrar sus dones,
y pararse por fin, sobre sus propios pies…!
Un Maestro se apena con el dolor ajeno,
aunque sabe muy bien que es un fértil terreno,
para que en el que sufre, …surja la comprensión…:
(¡muchas veces aquello que pareciera injusto,
es, sin lugar a dudas, el mecanismo justo,
para abrir un muy duro…, cerrado corazón…!)
Pero de todos modos, con su sola presencia,
transmite ese consuelo, -de elevada frecuencia-,
que nos dice que todo tiene razón de ser…
Y no precisa nada…¡tan sólo su sonrisa…!
-y ese fulgor dorado que se va con la brisa-,
para ir modificando nuestro modo de ver…
Un Maestro no enjuicia…, no juzga…, no critica…;
no “evangeliza” a nadie…y tampoco “predica”…,
y ve todas las cosas, así…¡tal como son!:
su visión objetiva y desapasionada,
le hace abarcarlo todo de una sola mirada…,
¡y es casi involuntaria su aguda percepción…!
No busca, -ni precisa-, validación externa:
le basta con seguir su orientación interna…
¡ésa que desde siempre susurra en su interior!...,
y no siente impaciencia…ni apuro…ni ansiedad…:
¡sabe muy bien que tiene toda la eternidad,
para ir desenvolviendo su regalo de AMOR…!
¡De ti es que estoy hablando…, compañero de viaje…!,
que has soltado las cargas de un pesado equipaje,
y vas vibrando alto…en cada hora del día…:
¡Dejame que hoy eleve mi copa, buen amigo!
¡Quiero en este momento brindar aquí, contigo…!:
¡por tu LUZ…!, ¡por tu AMOR…!, ¡por tu clara MAESTRÍA…!