En una carta escrita con motivo de la llegada de la Navidad, Mons. Pérez recuerda que ésta es "un encuentro con Dios que sigue haciéndose presente entre nosotros" y aseguró que una de las cosas que más le preocupan es "la de haber vaciado, por culpa del materialismo y del consumismo, el sentido profundo de la Navidad".

Así, consideró que "no se comprende, ni se entiende que la Navidad se llegue a vivir sin el sentido íntimo", ya que, "el niño Dios está entre nosotros y a él hemos de contemplar y arrullar en las entretelas más profundas de nuestro corazón para que su gran amor fortalezca las ansias y deseos de justicia, amor y paz".

El Arzobispo de Pamplona puso de relieve que la Navidad "no es adornar las casas y alegrar la vida con un poco más de comida exquisita, ni colocar la añoranza en los corazones" y pidió que "dejemos que la gracia que recibimos el día de nuestro bautismo brille más en nuestro quehacer y actuar de cada día" durante las fiestas navideñas.

En opinión de Mons. Pérez, "cada uno tiene que construir su Navidad y abrir las puertas para dejar que sea el amor de Dios, manifestado en Jesucristo, quien vitalice a todo el ser de la persona humana y de la misma creación", e insistió en la idea de que "no hay Navidad sin caridad, no hay Navidad sin dejar lugar en nuestro interior a Dios, ni si vivimos a espaldas a las leyes de Dios y si no se respeta la vida desde el momento de su concepción hasta el final de la existencia".

Finalmente, el Arzobispo de Pamplona deseó a los diocesanos "la paz en vuestras vidas y en vuestras familias que es el fruto maduro de la Navidad" y felicitó a todos ellos las fiestas navideñas. "Sin la familia no existe alegría, canto y amor", concluyó.