
  
Un ángel es un ser humano que está enamorado de Dios. No sólo ama, sino que está enamorado; porque si uno está enamorado, el amor es exclusivo y total.
Un ángel es una persona con principios, que se mueve por el espiritu de la ley, no por su letra. Él ve la intención, no la acción; ve el corazón, no las palabras.
Un ángel es, pues, un amigo, ya que entiende no solo el qué, sino el porqué, y sus ojos ofrecen solución, no enjuiciamiento.
Un ángel es un niño, sencillo pero profundo. Sencillo en las cosas que hacen la vida complicada, como las posesiones y la gente, y profundo en las cosas que están ocultas, como el futuro.
Un ángel es un niño y tambien un anciano. Un niño no esconde nada, pero un anciano posee secretos.
Un ángel es un huésped que purifica todo a su paso. Donde hay incomprensión, él viene a esclarecer; donde existe rencor, él ofrece amor. Nunca le faltan dones pero carece de cargas.
Un ángel brinda protección. Canta tan sublimes melodías que aleja todo peligro y con su pensamiento erije una fortaleza. Acércate a un ángel: te sentirás seguro y podrás descansar.
Un ángel es un santuario en el que puedes reposar. La atmósfera interior es la páz permanente, y la puerta está siempre abierta, pero solo para los que son honrrados.
Un ángel es un espejo que refleja benévolentemente la verdad. Así pues en su rostro puedes ver lo que eres. Aunque te muestre una imagen poco favorable, no has de cesar un tu danza, pues del otro lado de la miseria está la imagen de lo que serás.
Un ángel es libre pero pertenece a un grupo de un modo tan íntimo y afectuoso, que cada mivimiento suyo toca a otra persona y genera una onda.
Un ángel está hecho de soledad, pero puede adaptarse a cualquiera


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